Ofrecer simples combinaciones de platos y bebidas es una sencilla manera de encantar a los clientes, además de proveer una experiencia gastronómica diferenciada, incluso si sólo vienen al bar para tomar una bebida después del trabajo. También permite promover botellas más caras y generar mayores ganancias.
Si bien es posible que no te consideres un experto en maridaje de alimentos y bebidas, hay algunos simples consejos que puedes seguir para que tus clientes se vayan satisfechos y ansiosos por regresar. Quizás la ruta más fácil es apegarse a la combinación de comidas y vinos, pero también te sorprenderá lo fácil que es combinar licores con ciertas proteínas.
Carne de res
El whisky tiende a tener un sabor ahumado, lo que lo convierte en el compañero perfecto para un buen filete o un corte añejado. Crea un aperitivo que tenga carne de res y que sea fácil de comer con las manos, y elige un whisky prémium para resaltar el rico sabor de la carne.
Para los bebedores de vino, ofréceles un tinto robusto, como un Petit Syrah o Cabernet Sauvignon. Ten en cuenta que los sabores de un vino ligero serán fácilmente abrumados por un plato de carne.
Whisky y Postre
El whisky también puede cumplir una doble función como una excelente bebida para acompañar el postre. Un simple trozo de chocolate negro salado con caramelo puede proporcionar el final perfecto para una comida. A veces, los clásicos son mejores que postres más complicados y sobre elaborados.
Pollo y camarones
Por lo general, se acompaña el pollo con un vino blanco. Los Chardonnays y otros vinos de cuerpo completo combinados con pollo se complementan muy bien, pero si está buscando ofrecer un licor, entonces la ginebra debería ser tu primera opción. No te compliques demasiado preparando un cóctel con muchos ingredientes. Un gin-tonic clásico será el perfecto acompañante refrescante para los platos de pollo.
La ginebra también es una buena opción para los camarones. La combinación no abruma la comida manteniendo un sabor ligero y refrescante. Los sabores florales y cítricos de la ginebra potenciarán el sabor de tanto el pollo como de los camarones.
Como es de esperar, los platos de pollo o camarones con pasta funcionan mejor con vinos blancos ligeros. Elige un Pinot Grigio o Sauvignon Blanc, y no te equivocarás.
Considera las especias y condimentos
Si prestas atención a la proteína que estás sirviendo, puedes tener una idea rápida de qué vinos, licores e incluso cervezas combinan bien con ciertos platos. Una vez que te sientas cómodo con combinaciones simples, comienza a considerar la forma en que está condimentado y sazonado el plato. Si estás sirviendo platos picantes, querrás ofrecer una bebida más dulce para ayudar con el picor.
Para platos ahumados o de barbacoa, busca bebidas con sabores de roble. Ya sea que uses vino o cerveza, te impresionarás lo mucho que mejora el sabor con un producto añejado en roble.
Seguir algunas pautas básicas puede ayudarte a crear un menú con combinaciones perfectas de platos y cócteles. A medida que continúes editando o expandiendo tu menú de emparejamientos, asegúrate de probar tú mismo las combinaciones. Cuanto más conozcas los diferentes sabores y cómo interactúan, mejor podrás hacer recomendaciones y crear nuevos maridajes. Y si todo lo demás falla, recuerda que nunca puedes equivocarte con cerveza y pizza.
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